Cuando se habla de e-commerce del futuro, se hace referencia a la novedosa forma de comprar y vender un producto en línea de una manera fácil, intuitiva y segura. El comercio tradicional, en cambio, constituye un método cada vez menos virtuoso.
Bajo costo de mantenimiento
Una de las ventajas del comercio electrónico es, sin duda, el bajo costo financiero que representa su mantenimiento y los altos ingresos pasivos que genera. Las tiendas virtuales pagan una mínima renta durante el año y obtienen muchas herramientas tecnológicas de gran utilidad para mejorar los beneficios.
Las tiendas físicas tienen que erogar un gasto muy superior para cumplir con el alquiler y la compra de accesorios de mejoramiento del ambiente edilicio. Además, tienen varios costos extras, tales como generación de carteles de publicidad, compra de equipos y pago de seguros obligatorios.
Atención las veinticuatro horas
Mantener la tienda abierta las veinticuatros horas es garantía para obtener ingresos económicos durante tiempos prolongados, permitiendo que los clientes accedan a los productos de venta desde otros países.
La tienda física genera limitaciones en el horario, es decir, un turno comercial tradicional en ocasiones va en contra de la forma de vida de otros trabajadores que deben abstenerse de conseguir determinado producto por la falta de tiempo para recorrer los puntos de ventas.
Mayor alcance y promoción
El nuevo comercio permite llegar a una masa de clientes del mismo ámbito donde se desarrolle su actividad principal, o de cualquier parte del mundo, lo que genera posibilidades de dirigir el objeto de venta a sectores o regiones de países que cuenten con una importante actividad comercial y una moneda de mayor volumen en el mercado internacional.
El viejo sistema se circunscribe al espacio físico donde se encuentra instalado, teniendo un alcance limitado que trata de suplir con publicidad tradicional. A pesar de ello, muy pocas veces se pueden vencer las barreras limítrofes.
Influenciar al cliente
Esta actividad tecnológica permite marcar tendencia, dar a conocer a los potenciales clientes lo que sus pares están eligiendo o comprando en mayor volumen. Es la mejor forma de influir o aplicar todas las técnicas de marketing en un amplio espectro de clientes.
El cliente que visita una tienda tradicional y elige un determinado producto de acuerdo a su necesidad, es menos influenciable y, por lo tanto, es un consumidor neutro.
Cercanía con el cliente
La comunicación es un valioso instrumento para generar empatía, y en este caso permite establecer un canal de intercambio de experiencias con el cliente a un bajo costo económico. El cliente mantiene un fluido trato a la hora de consultas, sugerencias o reclamos.
En el comercio tradicional, el cliente cuenta con menos opciones para interactuar con los representantes de la tienda, situación que se traduce en un ámbito de menor confianza.
Menor costo logístico y mejor atención
La contratación de empleados es accesible. El propietario de la tienda virtual puede optar por subcontratar el servicio de trabajadores independientes que tributan y tienen menos impedimentos legales.
El beneficio no solo se encuentra marcado por la facilidad de contratar al operador comercial, sino por la economía de bajo costo que representa no tener que erogar gastos extras, tales como electricidad, equipos informáticos, aire acondicionado y otros.
No es ningún secreto que una tienda tradicional debe afrontar gastos importantes en mano de obra, además del alto monto dinerario que significa asegurar las condiciones laborales en un ambiente físico.
Vender aunque no se cuente con stock
El e-commerce permite vender aunque no se cuente con excedente del producto, ya que se exhibe de forma permanente en la web. De esta forma, se evita el mal humor del cliente que en una situación tradicional, elegiría otra tienda.